La obra sube a escena en la Melany todos los domingos y los lunes. Es una propuesta teatral que indaga en cómo una vida -la de Eva Duarte- puede convertirse en un ejemplo de lucha. "Veo que otra vez hemos vuelto a la persecución política", señala el director.
Sin pelos en la lengua, sin ocultar su postura política, Vicente Zito Lema asegura ver en la figura de llamada abanderada de los humildes “el símbolo de todas las mujeres que fueron capaces de enfrentar al autoritarismo, a la violencia y a la injusticia de su época”.
Esa figura de la Argentina de los años ´50 fue la que lo llevó a escribir “Eva Perón resucitada”, un espectáculo que también actúa y dirige y cuyo rol de Eva recae en la actriz Nara Carreira. Con éxito en Buenos Aires, ahora lo desarrolla en la sala Melany (San Luis 1750) todos los domingos y los lunes.
“Evita es un gran sueño que tenía desde hace muchos años -dispara el dramaturgo y docente universitario-. Se fueron dando circunstancias para no poder montarla y el año que pasó se dieron circunstancias favorables para poder hacerla”.
Como si fuera una tragedia griega -o argentina-, el director se mete en el papel “del poeta que va anunciando las cosas que sucederán”, al tiempo que aparece un coro que canta y que dice “distintos textos como la voz del pueblo”.
Dice que busca que esa vida de mujer política muerta en plena juventud deje de lado lo anecdótico y se convierta “en un símbolo, el símbolo de una mujer que puede superar las adversidades de la vida”.
Como si fuera hitos, pasan hechos biográficos de la Evita, tal el caso de su condición de bastarda o la violación que sufrió su cuerpo una vez fallecida.
Zito Lema recordó que su vínculo con Eva apareció muy temprano en su vida: a los ocho años. “La conocí siendo un niño, había ganado un premio de literatura en tercer grado, recuerdo que la vi y que me enamoré para siempre. He escrito mucha veces sobre ella, y siempre intentando superar el registro político, porque su vida trasciende lo partidario y se convierte en un símbolo del humanismo que espero que se concrete en esta desgraciada Argentina”, indicó.
-¿Evita tiene mucho que decir en esta coyuntura nacional?
-El título de la obra es “Eva Perón resucitada. En los tiempos del rencor”. Yo considero y lo digo desde mi propia vigencia, desde mi propia historia. Voy a cumplir 77 años, he vivido bajo distintas formas de gobierno, dictaduras, democracias más o menos profundas, pero pocas veces he sentido que una de las pasiones humanas más potentemente dañina como es el rencor se está apoderando de buena parte de la sociedad argentina, a partir de un gobierno que tiene una legitimidad constitucional pero que está llevando a cabo desgraciadas políticas en el campo social y de los derechos humanos. Un gobierno que pone en riesgo lo que tanto costó conquistar, para algunos es natural vivir en democracia, pero alguien como yo sabe que no es nada fácil que un Estado pueda llegar a un grado de respeto de los derechos humanos. Siento que mucho de lo que se había avanzado, no que se había logrado sino avanzado, en costosos años retrocede a pasos agigantados. Son épocas en las que uno tiene que aprovechar para hablar, para decir cosas que a lo mejor otros quieren decir y no pueden. Yo he sufrido atentados, he sufrido censura. Veo que otra vez hemos vuelto a la persecución política.
Estas situaciones solo me remontan a la última dictadura militar, lo digo con infinita tristeza, porque traer a Eva implica decir a mi manera que la vida siempre puede contra el autoritarismo.